Eva Koťátková
Entrevistas con el monstruo
7 jul - 2 oct
Fantástico Interior
Escena 3
- ComisarioRafa Barber Cortell
- SalaA
- ColaboranCentro Checo en Madrid y Embajada de la República Checa en España
La tercera escena de Fantástico interior continúa transitando por las diferentes sensibilidades que atraviesan la semántica de lo íntimo, asomándose en esta ocasión, con Entrevistas con el monstruo de la artista checa Eva Koťátková (Praga, 1982), a un presente más maduro en el que la convivencia ocupa un lugar central. La empatía y las relaciones entre personas son el motor de este proyecto, que entiende la imaginación como una herramienta que no solo sirve para soñar, sino para cambiar las cosas trazando nuevas formas de entender al otro para crear un nosotros sin límites.
Entrevistas con el monstruo es el resultado de un proyecto de investigación de más de dos años en el que la artista indagó en los proyectos de vivienda protegida destinados a personas con necesidades educativas especiales que se impulsaron sin éxito en varios lugares de la Republica Checa. En el espacio expositivo nos encontramos con lo que parece ser el emplazamiento en construcción de uno de estos edificios que nunca salieron adelante, donde nos recibe una serie de personajes creados por la artista con cabezas gigantes de tela. Estos personajes representan a participantes reales e inventados (pero posibles) que, de una u otra manera, formaron parte de los procesos de construcción de dicho espacio durante el proceso de investigación de la artista: el alcalde, el gobernador, el arquitecto, la presidenta del comité de petición, el director de la ONG que dona estos hogares para personas con discapacidad, una mujer que apoya la inclusión de este colectivo en su ciudad y un hombre que se resiste agresivamente a la construcción de esta vivienda asistida en un solar vecino al suyo.
En este relato creado por la artista en el espacio, los argumentos se repiten y, poco a poco, afloran los malentendidos y la naturaleza no resuelta del conflicto. El miedo al otro se hace presente y la palabra “normal” se repite cada vez con mayor frecuencia; la alteridad asusta y paraliza. El espacio en construcción se completa con un gran número de objetos inútiles que acentúan lo absurdo de la situación. Entre ellos destacan una serie de cabezas inertes que no tienen ningún papel en esta historia. Estas cabezas sin argumento representan a todos los habitantes potenciales que probablemente nunca lleguen a vivir aquí. Nadie les dio a estos personajes la posibilidad de expresar sus opiniones, sus necesidades y sus miedos; incluso en esta instalación, son meros figurantes.
La normalidad, la discriminación y el miedo a la otredad se hacen presentes en esta exposición, y es precisamente ese miedo que se dilata lo que la artista denomina “el monstruo”. El monstruo es el pánico inconsciente que se apodera de nosotros al mirar hacia lo diferente. Cada día, el monstruo se pasea por la ciudad alimentándose de nuestros miedos aprendidos, haciéndose cada vez más grande, impidiéndonos imaginar un nosotros, empujándonos a estar solos… En la sala expositiva, el monstruo está representado por un animal negro con tentáculos que ocupa un espacio destacado en la instalación. Lejos de asustar, el monstruo se presenta como una criatura afable que nos deja reposar en sus blandos tentáculos. Sin embargo, la ansiedad que produce el monstruo se instala en nosotros cuando escuchamos lo que tiene que contar mediante una serie de audios. Estos audios narran historias sobre personas reales y personajes ficticios que hablan de discriminación, intimidación y eliminación de competencias. Sus experiencias se refieren al comportamiento de las oficinas e instituciones, al poder y el caciquismo de los diagnósticos médicos, a los problemas del mercado de trabajo, la exclusión del colectivo, el escarnio o la (im)posibilidad de independizarse.
Entrevistas con el monstruo nos coloca ante situaciones cotidianas en las que los encuentros con la alteridad revelan prejuicios sociales y mecanismos de exclusión aprendidos. Como dice la propia artista: “Nuestra sociedad está construida sobre la desigualdad y la exclusión. Desde la niñez, se nos arraiga deliberadamente en el miedo a lo que es diferente o desconocido. No hay lugar para la diferencia, que representa una amenaza para el sistema. Lo diferente a menudo se denomina inútil, incompleto o enfermo y se ve como algo que debe repararse o retirarse del servicio. La imaginación solo se tolera como un medio para soñar, no como una herramienta para el cambio. Se nos enseña una historia mientras otras se silencian, se borran”.
Esta exposición refleja nuestro comportamiento como sociedad, poniendo en duda los cimientos conceptuales sobre los que se basa. En este espacio “en construcción”, somos testigos de todos los obstáculos que impiden trabajar a nuestra empatía, que no nos dejan imaginar de manera radical y que, en definitiva, nos impiden construir un presente en el que todos, todas y todes podamos existir a la vez.
En colaboración con la Embajada Checa con motivo de la Presidencia de la República Checa del Consejo de la UE.